Por Ramiro Fernández y Natalia Sternschein
De a poco estamos leyendo e incorporando los informes que nos han mandado de todas las provincias. Hoy, queremos rescatar las expresiones de una docente de Tucumán que subraya la importancia que tuvo para sus alumnos el trabajo con TIC, en tanto pudieron demostrar y sobre todo demostrarse a sí mismos no solo aquello que pueden hacer, sino sus enormes capacidades para seguir haciendo.
Pero eso no es todo. Muchos de estos alumnos, incluso los que ya egresaron, están siendo incorporados como colaboradores de los docentes en el desarrollo de proyectos con TIC. Nada más elocuente para hablar de inclusión, de inclusión de TIC pero fundamentalmente, de inclusión social. Jóvenes que empiezan a sentir que pueden, que tienen algo para enseñar a los demás, que ayudan, que vislumbran un horizonte y que son reconocidos. Y por supuesto, esto no sería viable si no hubiera docentes que les dan un lugar, que pueden aprender de sus alumnos sin ver mermada su capacidad para enseñar, que incluyen y construyen un vínculo pedagógico inédito y que hacen de la escuela un lugar donde la promesa de un futuro finalmente, sea posible.
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